El perdón ¿Te hacen daño o se
dañan a si mismos?
Hola, ¿qué tal te encuentras? Imagino un gran sí, pero si no,
no te preocupes, la vida es como una gran montaña rusa, es obligado estar
arriba, sentirte tremendamente feliz. Y al cabo de un tiempo encontrarte en la
parte baja con la sensación de que será imposible volver a llegar a lo más alto de nuevo.
Hay emociones que pueden hacerte caer a lo más hondo del
pozo, todos somos conscientes de eso. Hay una en concreto que es muy complicada
de manejar correctamente, provoca mucho rechazo en las personas y siempre nos
sentimos heridos y atacados. Se trata del perdón.
¿Cuántas veces has dicho...? Sí, de verdad que yo he
perdonado a esa persona a pesar de todo el daño que me ha hecho ¿Seguro? Lo
dudo mucho. Hay muy pocas personas capaces de perdonar realmente.
El perdón forma parte de un capítulo del primer volumen de la
trilogía escrita por mí de título ¿Quieres saber por qué lo has hecho?.
Ahora daré unas pinceladas a lo que realmente supone perdonar
y por qué me atrevo a afirmar que probablemente no hayas perdonado a las
personas que te han dañado en algún momento de tu vida.
El perdón hay que trabajarlo. Perdonar significa perdonar de
corazón a la persona que te ha insultado, maltratado, robado, engañado... Sí,
de corazón, que cuando recuerdes los hechos del pasado no tengas sentimientos
de odio, rencor o rechazo. Eso ya no es tan sencillo, ¿no?
No estoy hablando de que tú te humilles ante esa persona, ni
que le liberes de su responsabilidad. Te estoy hablando de liberarte de la
carga que supone el odio y el rencor. Cuando tienes estos sentimientos tú
sufres, tu cuerpo sufre. Tu organismo genera la hormona del estrés, el
cortisol, que te prepara para el enfrentamiento o la huida. Son cambios físicos
que nunca te ayudarán puesto que tu sentimiento es abstracto, no está
sucediendo en ese momento, es pasado y, por tanto, ya no existe en el presente.
Te estás desgastando, estás literalmente perdiendo tiempo de
vida por algo que ya no tiene solución.
¿Cuánto tiempo has perdido en tu vida o de tu vida? ¿Cuánto más quieres perder?
Te preguntarás cómo se hace. Hay que traspasar el dolor que
ese momento concreto te produjo. Traspasar es superar aceptando lo que sucedió,
dándote permiso para llorar y gritar por los sentimientos que tenías dentro y
no pudiste expresar. Es liberarte del cáncer que supone el odio.
Para perdonar no es necesario hablar con la otra persona
porque no se trata de ella sino de ti. Te mereces estar en paz y mientras no
superes ese dolor, jamás podrás alcanzarla.
Es liberador como solo la experiencia misma puede
enseñártelo.
Puedes creerme o no, pero sí me gustaría que probaras. Perdona
y serás libre. Odia y seguirás bajo el influjo de esa persona que te dañó.
Tu vida es importante, no malgastes tu tiempo con ese veneno
que contamina tu mente y tu cuerpo.
No es fácil, lo entiendo, lo he vivido. No será cuestión de
días o incluso deba pasar más tiempo pero si sigues buscando el modo de hacerlo
lo lograrás. Es personal, es único como tú. Es constancia y seguridad en que el
resultado te generará bienestar y vida.
Yo sé que tú puedes.
Rocío Testa Álvarez.
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