martes, 22 de noviembre de 2022

LA IMPORTANCIA DE PEDIR AYUDA


LA IMPORTANCIA DE PEDIR AYUDA

Cuando nos enfrentamos a distintas situaciones de nuestro día a día, hay muchos momentos en los que pedir ayuda se vuelve necesario. Es un tema muy interesante del que no se habla mucho ya que no hay una asignatura en el colegio que nos ayude a entender la importancia y el impacto que tiene en nuestras vidas saber pedir ayuda.

De hecho, desde mi experiencia profesional y personal, el acto de pedir ayuda puede implicar una sensación interna de “fracaso” “de no ser capaz de hacerlo por mi mismo/a” y nos han enseñado que tenemos que saber hacer las cosas y desenvolvernos como personas individuales y no solamente eso, sino que además tenemos que hacerlo bien.

Lo que ocurre es que muchas veces se genera una expectativa errónea en el sentido de que al pedir ayuda nos arriesgamos a que alguien nos diga que NO, y se da por hecho que quizás esa persona que tenemos al lado y que tanto nos conoce debe adivinar que necesitamos su ayuda sin que se la hayamos pedido, es decir, enfocar las situaciones desde: los demás deben saber que es lo que yo necesito sin necesidad de comunicarlo.

Es curioso porque pedir ayuda genera miedo en las personas y es algo que parece bastante contradictorio ya que el hecho de solicitar esa ayuda es algo bueno a nivel personal.

Para eso lo primero que tenemos que hacer es ser honestos con nosotros mismos, aceptar que quizás haya situaciones en las que en compañía no solamente caminemos mejor, sino que incluso lo haremos mucho más rápido, es tan sencillo como coger el móvil y hacer una llamada o escribir un WhatsApp e incluso mandar una nota de voz.

Hoy en día, no nos resulta llamativo aquellas personas que solicitan ayuda a través de una historia de Instagram, de hecho, las redes sociales tienen un impacto muy bueno en la sociedad cuando se manejan con utilidad.

Pero si nos acomodamos en creer que estamos bien, que podemos nosotros solos con todo y para ello pensamos que los demás no nos entienden, o intentamos hacer muchas cosas durante el día para absorbernos y no dedicas tiempo a pensar, estamos cayendo en nuestra propia trampa de pensamientos.

Creo que no me equivoco si afirmo que todas las personas queremos vivir una vida mejor, sentirnos a gusto con nosotros mismos, ¿pero ¿qué hacemos para conseguirlo?, ¿trabajamos o dedicamos tiempo para ayudarnos a sentirnos mejor?

La ayuda no siempre es externa, no tiene que venir de los demás, también existe la ayuda que nosotros mismos nos proporcionamos, ese espacio de tiempo en el que trabajamos y hacemos cosas que nos hacen sentir mejor.

Quizás tener esa conversación incomoda con un amigo ante una situación que te está generando malestar en principio puede parecer que es algo que más que ayudarte provocará una situación de conflicto, pero cuando uno se ayuda a si mismo a que los

demás entiendan sus sentimientos de forma asertiva, realmente se está haciendo un gran favor.

Quizás te encuentres en la situación de necesitar acudir a terapia psicológica porque sientes que hay cosas de tu infancia que están repercutiendo en tu yo adulto, o quizás estás atravesando una etapa en la que te sientes un poco perdido y necesitas trabajar que está pasando, y pedir ayuda psicológica, pero es complicado dar el paso de coger el teléfono y pedir cita, porque es aceptar y asumir que necesitamos ayuda.

Y no, esto no es algo malo, todo lo contrario, te estás haciendo un favor no solamente a tu yo del presente, sino que esto también repercute en la persona que serás en un futuro.

Todos tenemos derecho a tener un mal día o quejarnos por alguna situación que hayamos vivido, pero no podemos quedarnos anclados ahí, tenemos que ir más allá, pedir ayuda es necesario porque nos enseña que hay algo que no funciona, que no va bien o que simplemente no me gusta y me hace sentir mal. Hay que coger las riendas de nuestras vidas y decirnos NECESITO AYUDA Y VOY A PEDIRLA.

Es un acto de generosidad, de ser justos con nosotros mismos ya que nos hace crear un espacio en el cual vamos a conectar con nuestro mundo interno, podemos ver nuestras fortalezas y debilidades, y cuales son nuestros miedos.

Me gustaría destacar que a veces se genera el pensamiento de: “si yo le pido que me haga un favor voy a tener que devolvérselo” y esto no siempre ocurre de forma consciente, si no que lo llevamos integrado, como la sensación de estar en deuda con la otra persona si nos ayuda, es decir, esto se puede traducir a pensar que todo lo que hacemos se hace esperando obtener algo a cambio.

Tras exponer esa reflexión os pido que penséis las siguientes preguntas:

¿Cuándo alguien te pide un favor y tu aceptar a ofrecerle tu ayuda, lo haces porque estás esperando obtener algo a cambio?

¿Cuándo te pide ayuda, le dices que si o no dependiendo de si te ha hecho ya un favor antes o no?

Normalmente cuando nos quedamos esperando algo de las otras personas realmente es un reflejo de lo que hay dentro de nosotros, es decir, lo que queremos o esperamos que hagan por nosotros. Esto quiere decir que para poder cambiar nuestras creencias en relación con las demás personas primero tendríamos que trabajar en cual es nuestro autoconcepto.

Esto se puede observar desde la educación que recibimos en la escuela, el modelo educativo en el que hemos crecido digamos que favorece que los niños/as después sean adultos donde destaca la autoexigencia y el perfeccionismo ya que esto se ha premiado y reforzado.

page2image39798656

Un ejemplo para entenderlo mejor lo podemos ver ante la nota de un examen, si un chico saca un 10 se premia, se considera que es el más listo de la clase, el mejor, todos los profesores hablan maravillas de él, es como el modelo ideal a seguir y alcanzar.

En cambio, cuando un chico que se ha esforzado muchísimo, que recibe clases particulares por las tardes, consigue sacar un 7 en un examen, pasa desapercibido, es la obligación que tienen los estudiantes a alcanzar la excelencia. Pero es un enfoque que realmente nos hace pensar e integrar que no necesitamos a nadie para salir adelante, porque tenemos la obligación de ser autosuficientes e independientes.

¿Qué podemos decir para pedir ayuda?

  • -  ¿Te importaría ayudarme?

  • -  ¿Puedo pedirte un favor?

  • -  ¿Puedes hacerme un favor?

  • -  ¿Te importaría echarme una mano?

    BENEFICIOS DE PEDIR AYUDA PSICOLÓGICA

    Pedir ayuda psicológica es fundamental cuando sentimos que necesitamos la orientación/ayuda de un profesional de la salud mental, hay que ser muy valientes como comentaba al principio para tomar esta decisión y dar el paso de contactar para recibir dicha ayuda.

    Hay que asumir que no siempre podemos con todo lo que nos sucede, y eso es algo completamente normal, y es cierto que cuando pedimos ayuda a un profesional de la salud mental no quiere decir que el dolor vaya a desaparecer en la primera sesión o que nos aplicará una técnica que es milagrosa y hará desaparecer esos sentimientos que nos provocan malestar, eso no existe y tampoco sería bueno o positivo para nosotros.

    Obtener escucha incondicional de un profesional que nunca te va a juzgar es uno de los principales beneficios como también lo son:

    -Que comprendan lo que estas sintiendo
    -Permitirte aceptar la situación
    -Retomar poco a poco tu vida
    -Entender mejor los tiempos personales de cada uno -Buscar nuevas motivaciones

    - Reestablecer el equilibrio emocional
    Pedir ayuda nos hace humanos, trabajemos en nosotros mismos.

Gracias por vuestras aportaciones a Asemfa Córdoba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por vuestros comentarios.

Asociación Cordobesa Asemfa Cordoba.