miércoles, 16 de noviembre de 2022

ANSIEDAD Y PREOCUPACIONES

ANSIEDAD Y PREOCUPACIONES

¿POR QUÉ NOS PREOCUPAMOS?
Ante una situación difícil, un problema o algo que nos provoca un malestar surge una
preocupación. Las personas en una situación complicada lo que pretende es minimizar
aquellas circunstancias que le provocan un malestar y por eso mismo, preocuparse por las
cosas que nos suceden nos ayuda a ocuparnos de esa situación y buscar soluciones ante
los problemas.
Es normal que nos preguntemos si lo que realmente queremos es eliminar aquellas cosas
que nos crean malestar y buscar una solución, ¿por qué preocuparnos por las cosas justo
nos genera ese malestar que queremos entender?, ¿por qué seguimos preocupándonos?
Me gustaría aclara que preocuparse es necesario, y nos ayuda en esa búsqueda de
soluciones, pero cuando esto se vuelve patológico nos encontramos ante un problema, ya
que las preocupaciones ocuparán la mayor parte de nuestro tiempo. Cuando me refiero a
patológico quiero decir a pensar que tenemos la obligación de preocuparnos todos los días
porque así vamos a solucionar nuestros problemas.
Ejemplos de situaciones que pueden generar una preocupación:
En el colegio: tener muchas tareas que realizar, sentir que por más que estudiamos o nos
implicamos no conseguimos o alcanzamos las expectativas que nos hemos marcado.
En el contexto social: tener que enfrentarnos a una situación de conflicto o una situación
en la que debemos decir “no” y poner nuestros limites personales como puede ocurrir en
el trabajo.
Situaciones personales: tener que lidiar con el duelo de algún familiar, un divorcio o
incluso una mudanza.
Algunas de las cosas que provocan que continuemos preocupándonos ante
las cosas que nos suceden son:
NECESIDAD DE CONTROLAR LA SITUACIÓN
Cuando dedicamos tiempo de nuestro día a preocuparnos por algunas cosas se genera la
falsa sensación de tener más control sobre el problema, es cierto que preocuparse forma
parte del proceso de solución del problema porque nos permite tomar un espacio en el
que pensar alternativas o soluciones, es por eso mismo que algunas personas se pueden
plantear “si pienso mucho en este problema, la solución aparecerá por si sola”.
POR NUESTRA FORMA DE SER, LA PERSONALIDAD
Algunas personas consideran que se preocupan por casi todas las cosas que le ocurren
porque “yo soy así”, “forma parte de mi personalidad”, “si no me preocupara por todo lo
que me pasa realmente no sería yo”, lo que ocurre es que al hacer estas afirmaciones
realmente se está normalizando esa conducta, la preocupación pasa a ser algo natural y
normal.

Hay que tener en cuenta que no es lo mismo ser responsables que preocuparnos por las
cosas. No es más responsable el que más se preocupa ni un irresponsable el que no lo
hace constantemente.
Se debe buscar el equilibrio, es decir, dedicar parte de nuestro tiempo a pensar en como
solucionar una situación, o aquello que nos está pasando por la mente.
Quizás podemos llamarlo LA HORA DE PENSAR.

En esa hora, nos podemos sentar en un escritorio, con papel y lápiz y reflexionar porque
nos sentimos así, que es lo que realmente nos preocupa, que nos gustaría hacer para poder
solucionar la situación y una vez que haya pasado el tiempo que hemos establecido para
pensar, dedicar nuestro día hacer otras cosas, no darle más espacio a esos pensamiento
intrusivos que aparecen, porque finalmente si no lo hacemos así conseguirán ser los
protagonistas de nuestros días ocasionándonos mucho sufrimiento.
También nos puede ayudar observar y darle un nombre a lo que estamos
sintiendo, eso nos permite aceptarlo y ser más comprensivos con nosotros mismos y con
la situación que estamos viviendo.

Por ejemplo: me estoy sintiendo preocupada porque me han dicho que tengo un problema
de salud mental y hasta día de hoy no sabía que eso existía, pero es normal que me sienta
así, cualquier persona en mi situación tiene derecho a sentirse de esta forma.
Para esto nos puede ayudar mucho aprender de la situación, puede que leer acerca
de la situación nos de herramientas para enfrentarnos mejor a ella, hablar con otras
personas y desahogarnos o buscar que alternativas han hecho otras personas que se
encontraban en una situación parecida a la tuya. Esto permite aumentar la sensación de
confianza en uno mismo, nos ayuda a sentirnos más preparados y entender que
probablemente haya más personas que se hayan tenido que enfrentar a este tipo de
situación.

Buscar apoyo en las personas que nos rodean nos ayuda muchísimo, ya que nos
permite desconectar, y nos hace sentir mejor. El simple hecho de que una persona nos
escuche y nos dedique tiempo, ya nos ayuda mucho.
Es importante cuidar de uno mismo, ante una situación complicada las personas tienen
la tendencia a descuidarse, dejar de comer bien, dejan de ir al gimnasio o dejan de hacer
aquellas cosas que les gusta y les hace sentir felices. Hay que prestar mucha atención a
esto, seguir comiendo cosas sanas, jugar con nuestra mascota, salir a pasear, darnos un
baño relajante, cualquier cosa que nos ayude a nosotros mismos a sentirnos mejor.
Cuando somos capaces de gestionar nuestras preocupaciones y activamos mecanismos
que nos ayudan a que estén en equilibrio nuestro nivel de ansiedad disminuye
considerablemente, y así podemos invertir nuestras fuerzas y energías en los recursos
personales de los que disponemos y realizar cosas que nos provocan bienestar, que
mejoran nuestro estado de ánimo y en definitiva nos estamos ayudando a nosotros
mismos.

Probablemente muchas personas se sientan identificadas si digo que PREOCUPARNOS
EN EXCESO PUEDE HACER QUE NOS DUELA LA CABEZA.
Y entonces, ¿de qué forma está relacionada la ansiedad de preocuparnos y los dolores de
cabeza?

Es muy curioso porque el dolor de cabeza es una de las dolencias más extendidas en
nuestra población, y es cierto que en principio puede no ser una patología grave, ya que
no es una enfermedad, pero esta puede ser incapacitante ya que no permite seguir el ritmo
normal de nuestro día a día, dificultad la realización de tareas cotidianas por muy sencillas
que sean e incluso hacen sentir a la persona con una sensación de bloqueo.
LA CEFALEA TENSIONAL

Este dolor de cabeza se caracteriza por ser un dolor generalizado en toda la cabeza que
normalmente se extiende tanto por el cuello como por los hombros. Las personas que lo
sufren muchas veces lo describen como si tuvieran una banda elástica alrededor de la
cabeza, con una sensación de opresión.

Cuando las personas se encuentran bajo una situación de estrés o que le provoca ansiedad
por no saber cómo gestionarla o bien como enfocarla para encontrar una solución acorde
a sus perspectivas, tienen la tendencia, a veces de forma consciente y otras
inconscientemente, de preocuparse mucho por todo y no dejar de darle vueltas a la cabeza.
Esta forma de enfocarlo lo que provoca es que la tensión se acumule, y quizás cuando
lleguemos a última hora del día aparecen estos dolores de cabeza.

Si alguna persona se está sintiendo identificada con esto que planteamos tiene que
reflexionar si la gestión que está realizando de las situaciones estresantes que vive es la
adecuada o por el contrario ese dolor de cabeza que sienten le está intentando transmitir
el mensaje de que debe gestionar y abordar las preocupaciones de otra perspectiva que no
lo provoque tanto malestar emocional.

¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?

La ansiedad es una reacción que se produce en las personas y que todos hemos
experimentado en algún momento de nuestras vidas. Esto se genera cuando consideramos
que hay algún estimulo que vemos como amenaza lo que provoca que nuestro cuerpo se
prepara para generar una respuesta adaptativa a la situación que vivimos. La ansied ad es
un mecanismo de protección que tenemos las personas, nos ayuda a solventar situaciones.
Lo que ocurre es que a veces nos activamos para dar una respuesta ansiosa sin que exista
un estimulo que realmente sea una amenaza para nosotros o bien lo que ocurre es que nos
activamos mucho más de lo que corresponde, en este caso estamos hablando de una
ansiedad patología que no es funcional, no nos ayuda, sino que nos genera aun mas
malestar.

La ansiedad provoca en las personas distintas reacciones tanto a nivel cognitivo, como
fisiológico como emocional o conductual.
Algunos ejemplos de como la ansiedad nos genera sensaciones físicas serían:
- Aumento de los latidos del corazón
- Sensación de que nos falta el aire
- Dolor en el pecho
- Temblores u hormigueos
- Mareos o inestabilidad
También nos podemos sentir cansados con dolor de cabeza, etc.
Entonces, ¿Qué podemos hacer para ayudarnos a nosotros mismos en esas situaciones que
estamos sintiendo mucha ansiedad?

La terapia psicológica permite entender en que momentos se activa está respuesta de
ansiedad y profundizar que se esconde detrás de ella, que nos quiere transmitir.
Es muy importante la psicoeducación, conocer qué es la ansiedad, de que forma se
manifiesta en nuestras vidas, que conductas y pensamientos hace que se queden en nuestra
vida y cuáles son los tratamientos que pueden ayudarnos.

La relajación es fundamental ante esta situación, intentar relajar cada parte de nuestro
cuerpo cuando estamos teniendo una activación filosófica puede ser de gran ayuda, y para
esto está la relajación progresiva muscular de Jacobson que nos permite aprender como
ir relajando nuestro cuerpo, conectar con nosotros mismos.

La respiración también es esencial como mecanismo de regulación de la ansiedad, ya que
el oxígeno nos permite funcionar de forma correcta. Para aprender a gestionar nuestra
respiración está la meditación, el yoga o incluso realizar actividades físicas.

Gracias por vuestras aportaciones a Asemfa Córdoba.

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